La población mundial envejece, pero el crecimiento podría alcanzar su punto álgido a finales de siglo. Prácticamente todos los países del mundo experimentan un aumento del número y la proporción de personas mayores.
Según las Perspectivas de la Población Mundial 2024, se estima que la población mundial seguirá creciendo durante los próximos 50 o 60 años y alcanzará un máximo de unos 10.300 millones hacia 2085, frente a los 8.200 millones de 2024, antes de disminuir gradualmente hasta los 10.200 millones en 2100.
La probabilidad de que ese pico ocurra antes de que termine el siglo es bastante alta: se estima en un 80 %, frente al 30 % en 2013. Para 2100, se calcula una población de unos 700 millones menor que las proyecciones anteriores, debido principalmente a tasas de fertilidad más bajas de lo previsto en países clave, especialmente China.
En 2080, las personas mayores de 65 años superarán en número a los menores de 18 años
Para finales de la década de 2070, se prevé que la población mundial de 65 años o más alcance los 2.200 millones, y supere en número a los menores de 18 años. A mediados de la década de 2030, habrá 265 millones de personas mayores de 80 años, más que niños. Incluso las naciones de rápido crecimiento experimentarán un aumento de la población anciana en los próximos 30 años. Estas naciones deberán prepararse para importantes cambios demográficos con el refuerzo de los sistemas sanitarios y de cuidados de larga duración, garantizando la sostenibilidad de la protección social e invirtiendo en nuevas tecnologías.
Teniendo en cuenta que las mujeres por lo general viven más que los hombres, las políticas deben garantizar un acceso equitativo a las prestaciones de jubilación, abordar las necesidades sanitarias específicas de cada sexo y reforzar los sistemas de apoyo social para aliviar la carga de los cuidados.
La migración como motor del crecimiento demográfico
En 50 países, se estima que la inmigración ayudará a atenuar el actual declive demográfico provocado por la baja fecundidad y el envejecimiento de su población. En países como Italia, Alemania y la Federación de Rusia, donde la población ya se ha disparado, el pico se habría alcanzado antes sin la inmigración. De aquí a 2054, la inmigración impulsará el crecimiento demográfico en 52 países, entre ellos Australia, Canadá y Estados Unidos, y en 62 de aquí a 2100.
Aunque en general la emigración tiene poca incidencia, en 14 países con fertilidad ultrabaja contribuirá significativamente a la pérdida de población. En las naciones con una fecundidad por debajo de los niveles de reemplazo, fomentar el trabajo decente y la migración de retorno puede ser más eficaz para frenar el declive demográfico que las políticas dirigidas a aumentar la fecundidad.
La esperanza de vida recupera los niveles anteriores a COVID-19
La pandemia de COVID-19 repercutió en todos los aspectos del cambio demográfico, como la fecundidad, la mortalidad y la migración. En 2021, la esperanza de vida al nacer a nivel mundial se redujo a 71 años frente a los 72,8 de 2019, debido principalmente a los efectos de la pandemia. En 2023, por primera vez, murieron menos de 5 millones de niños menores de 5 años. Esta mejora se dio principalmente en países como la República Democrática del Congo, India, Nigeria y Pakistán, que se espera sigan creciendo en población hasta 2054.
En 2024, la esperanza de vida al nacer alcanzó los 73,3 años. Se espera que nuevas reducciones de la mortalidad se traduzcan en una esperanza de vida media mundial de unos 77,4 años en 2054.
Una mejor esperanza de vida debería traducirse en un mayor crecimiento de la población o en un descenso más lento en la mayoría de las regiones, especialmente donde las tasas de mortalidad están disminuyendo y hay algo de inmigración.
¿Sabías que...?
- En 63 países y territorios —que representaban el 28 % de la población mundial en 2024— volumen de población alcanzó su punto máximo antes de ese año. Entre otros países, China, Alemania, Japón y la Federación de Rusia.
- A finales de la década de 2030, la mitad de las mujeres de los países con poblaciones que ya han alcanzado su máximo serán demasiado mayores para tener hijos por medios naturales.
- En 2024, nacieron 4,7 millones de bebés de madres menores de 18 años, lo que representa aproximadamente el 3,5 % del total mundial. De esos nacimientos, unos 340.000 fueron de niñas menores de 15 años, lo que tiene graves consecuencias para la salud y el bienestar tanto de las madres como de sus hijos.
- Se calcula que el número de mujeres en edad reproductiva (entre 15 y 49 años) seguirá aumentando hasta finales de la década de 2050, alcanzando aproximadamente 2.200 millones, frente a casi 2.000 millones en 2024.
- En los países con población joven, la inversión en educación, sanidad e infraestructuras, junto con las reformas para promover oportunidades de trabajo decente y mejorar la transparencia y la eficiencia de los gobiernos, es vital para garantizar que no se desperdicia esta oportunidad.
- Elevar la edad mínima legal para contraer matrimonio e integrar medidas de planificación familiar y maternidad segura en la atención primaria de salud puede contribuir a elevar los niveles de educación de las mujeres, facilitar su participación económica y reducir la incidencia de la maternidad precoz.
Conferencias clave sobre envejecimiento poblacional
Para empezar a abordar estas cuestiones, la Asamblea General convocó la primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en 1982, en la que se elaboró un informe con 62 puntos conocido como el Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento. La Asamblea hizo un llamamiento para que se llevaran a cabo acciones específicas en temas tales como la salud y la nutrición, la protección de los consumidores de mayor edad, la vivienda y el medio ambiente, la familia, el bienestar social, la seguridad de ingresos y de empleo, la educación, y la compilación y el análisis de datos de investigaciones.
En 1991 la Asamblea General adoptó los Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad, que enumeraban 18 derechos de las personas mayores relativos a la independencia, la participación social, la atención, la realización personal y la dignidad. Al año siguiente, la Conferencia Internacional sobre el Envejecimiento se reunió para revisar el Plan de Acción y adoptó la Proclamación sobre el Envejecimiento. Siguiendo las recomendaciones de la Conferencia, la Asamblea General de la ONU proclamó el año 1999 Año Internacional de las Personas de Edad. El Día Internacional de las Personas de Edad se celebra el 1 de octubre de cada año.
Las acciones sobre el envejecimiento continuaron en 2002 cuando se celebró en Madrid la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento. Esta adoptó una Declaración Política y el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento de Madrid con el objetivo de diseñar una política internacional sobre el envejecimiento. El Plan de Acción abogaba por un cambio de actitud, de políticas y de prácticas a todos los niveles para aprovechar el enorme potencial de las personas mayores en el siglo XXI. Las recomendaciones de acción específicas del Plan dan prioridad a las personas mayores y el desarrollo, la promoción de la salud y el bienestar en la vejez, y la protección de un entorno propicio y de apoyo para estas personas.
Recursos
- Día Internacional de las Personas de Edad
- Perspectivas de la población mundial
- Programa de las Naciones Unidas para el Envejecimiento (DESA)
- Fondo de Población de las Naciones Unidas: Envejecimiento
- Ideas clave del informe "Perspectivas de la población mundial 2019"(en español)
- Experta independiente sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad
- Principios de las Naciones Unidas para las personas de edad
- Combatir el maltrato de las personas mayores: cinco prioridades para el decenio de las Naciones Unidas para un envejecimiento saludable (2021-2030)
- Informe mundial sobre el edadismo. Resumen
- El edadismo es un problema mundial - Naciones Unidas