Después de casi dos décadas de negociaciones, los países se reunieron en la Sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, el 19 de junio de 2023, para adoptar un acuerdo histórico con el fin de promover la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas más allá de la jurisdicción nacional. El nuevo acuerdo «es fundamental para abordar las amenazas a las que se enfrenta el océano y para el éxito de los objetivos y metas relacionados con el océano, incluida la Agenda 2030», dijo el secretario general de la ONU, António Guterres.
El océano, como «pulmón del planeta» que es, se encuentra en situación de emergencia debido al cambio climático y la contaminación por plásticos, lo que provoca la pérdida de hábitats y de la diversidad biológica. Las emisiones de carbono derivadas de las actividades humanas están provocando el calentamiento del océano, la acidificación y la pérdida de oxígeno. Los productos químicos tóxicos y millones de toneladas de desechos plásticos están inundando los ecosistemas costeros, matando o dañando peces, tortugas marinas, aves y mamíferos marinos, y llegando a la cadena alimentaria y, en última instancia, siendo consumidos por los humanos.
Más de 17 millones de toneladas métricas de plástico llegaron a los océanos del mundo en 2021, lo que representa el 85 % de los desechos marinos, y se espera que las previsiones se dupliquen o tripliquen cada año para 2040, según el último informesobre los ODS. De acuerdo con las previsiones de la ONU, para 2050, podría haber en el mar más plásticos que animales acuáticos, a no ser que se tomen medidas.
Acuerdo de Diversidad Biológica más allá de la Jurisdicción Nacional
El nuevo acuerdo —el Acuerdo de Diversidad Biológica más allá de la Jurisdicción Nacional (BBNJ, por sus siglas en inglés)— se fundamenta en el legado de la Convención de la ONU acerca del Derecho del Mar y proporciona un marco legal para todas las actividades en el océano y los mares. Establece reglas que rigen los recursos oceánicos, reconociendo la estrecha interrelación de la naturaleza con el espacio oceánico. El Acuerdo de BBNJ desempeñará un papel crucial en el logro del objetivo global 30×30: conservar y gestionar eficazmente al menos el 30 % de la superficie terrestre y de aguas continentales del mundo para 2030.
El tratado tiene como objetivo fortalecer la resiliencia, al tiempo que contiene disposiciones basadas en el principio de quien contamina paga, así como mecanismos de resolución de conflictos. Según las disposiciones del tratado, las partes deben evaluar los posibles impactos ambientales de cualquier actividad planificada más allá de sus jurisdicciones.
Destaca además la importancia del desarrollo de capacidades y la transferencia de tecnología marina, incluido el desarrollo y fortalecimiento de la capacidad institucional y los marcos o mecanismos regulatorios nacionales. Aquí se incluye la colaboración creciente entre las organizaciones marítimas regionales y las organizaciones de gestión de pesquerías regionales.
Ratificación
El Acuerdo estará abierto a la firma en la Sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York durante dos años a partir del 20 de septiembre de 2023 y entrará en vigor tras la ratificación de sesenta Estados.
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